Hoy tu recuerdo en vano
llega a mí, como tormenta inesperada que descubre mi alma, amado mío añoro todo
de ti, incluso aquellas conversaciones sin fin que terminaron siempre en
carcajadas. Hoy justamente al
verte, después de un largo tiempo se
amontonaron como ráfaga hermosos recuerdos.
Oh! Tu sotana. Que
dulcemente cubría ese cuerpo frio, sediento de amor. Recuerdo
la reacción que causaste en todo mí ser al verte con este traje. Mis pequeñas piernas de un impulso contrariado
se cerraban y se abrían, esperando el amor.
Yo sé que te reías de mí,
pero yo ardía, sintiéndome en aquel infierno en el que ardieron Francesca y
Paolo, mi cuerpo no hubiera podido aguantar un día más. Mis padres me han
tenido castigada, ya ha pasado casi un año y yo solo puedo verte desde mi
ventana cuando pasas con las putas monjas que habitan en tu recinto. Como
detesto ese lugar de mierda, odio que seas sacerdote. Me pregunto si
flirteas con ellas, y no puedo contener mi repudio, son tan repugnantes, ¿encontraras
debajo de sus vestidos una bella flor como la mía? Muero de celos.
Espero poder verte lo más
pronto posible, últimamente no me he sentido muy bien. Solo deseo besarte, eso
creo que aliviaría mis penas y este
dolor intenso que mi pequeño cuerpo no resiste más.
Tuya Sor.
Tuya Sor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario