jueves, 27 de octubre de 2011

Estética formalista

Una estética formalista utilizada por una forma aparente, que engaña emprende por medio de lo “bonito” el vender una serie de imágenes aparentemente agradables sin descubrir un fondo, lo cual resulta del informalismo la profundidad de las cosas. Veo que muchas personas se venden al ni siquiera saber que su obra está en tela de juicio por no crear e intensificar,  desechando códigos inconscientemente, inmediatamente.
La valoración carece cada vez más, porque el valor del dinero o del desinterés del conocimiento, crece con relación a la fama que añoran.


Un vacío absoluto, calificado de ¡muy bonito tu cuadro, pero no dice nada más!

Imagen

La imagen como un todo; ligada o junto a la idea, ya no se separa de la experiencia simbólica.
Antes el saber del discurso estaba más en auge, pero con la llegada de medios invasores masivos, se deja a un lado. La imagen pasa a formar parte de esta experiencia simbólica, con la cual la gente convive e interactúa cotidianamente, esta experiencia simbólica que llega a través de imágenes por medio de signos y significaciones; ya inmediatamente tienen un aspecto físico y literal, siendo así está la otra vía de acceso al mundo, porque hay que descifrarlos y comprenderlos, código por código.
 .

Visión del mundo


Como descongestión, deforestación de contaminados mensajes, se introindividualizan cada vez más las concepciones de un universo austero, complejo, contradictorio e improbable, en el que se confunden los pensamientos que son salidos de las entrañas.


La razón ya no purifica, la verdad, lo exacto pasó a ser otro dogma más, y sí, las consecuencias son distintas, porque cada molécula hace parte de lo improbable, de las posibilidades.

miércoles, 7 de septiembre de 2011

Simultanea consecuencia


Sensaciones encontradas, cotidianas, aburridas, abrumadas, excitantes, alteradas; caricias muertas y vivas estallando en escenas congeladas,  recuerdos simultáneos. Posibilidades.
Caricias pegachentas, saladas indecentes, contundentes, consecuencias del impulso.

Construyo a partir de estas acciones consientes e inconscientes, la representación de texturas, colores, sensaciones como estallido en el cerebro que alteran la mente para retorcer, dañar olfatear, palpar, degustar hastiar y restregar toda una secuencia sugestiva del día a día.

viernes, 5 de agosto de 2011

Un liviano descenso



Solo contamos con acciones, a veces absurdas, para “aniquilar” lo que se nos apetece.
Solo bastó una libación para desbordar llantos de personas embriagas por su ignorancia, simultáneamente murieron con él los dioses que lo acompañaban, Dionisio su libertador lo condenó a morir a los dos años; en su entierro los gusanos esperaban hambrientos para saciarse de un cuerpo adormecido por el vino.
El clamor de esta tierra, pregonó a un clan de seres atormentados la ventura de su existencia.
Algunos encogidos de resaca se dejaron caer hasta envolverse en su hastío de soportar.
Otros rieron, porque ya llorar no se podía más.
Es extraño el fallecimiento de aquel que muere embriagado sin el mayor tormento, al que solo lo turba el movimiento vertiginoso de sus imágenes - estáticas, inertes o a penas en construcción –
No sabía hablar, solo lloraba y gemía; gemidos como gozos de un borracho prematuro; y el llanto del placer que le producía no saber musitar.
Sus pies se congelaron por la muchedumbre deleitada al verlo tambalear, su último suspiro lo dedicó a la sensualidad de aquel desprendimiento y la lascivia que aquello le producía; una lujuria, no como instinto, si no como una creación específicamente humana, como la literatura con sus orígenes, leyes, evolución y límites.
Las dos tienen un factor importante: La Imaginación.

La muerte de aquel niño no suscita horror, más bien obedece a un hecho irremediable, ante seres desquiciados de los que nos rodeamos.
No halago, ni culpo. De hecho gozo de una retorcida opulencia, en la cual me sumerjo a veces sin escapatoria alguna, y veo la muerte como concepción de belleza; alterada, deshumanizada.
Alberto era su nombre.





miércoles, 19 de enero de 2011

Mariposa y el mar

04/10/10


Mariposa de destellos y tinieblas, conspiras en el mar nauseabundo.
Enloqueces al mar profundo y los peces mueren al recorrer tu efugio de vuelo, tus alas transparentes elevan las olas que contagian el mal de los elefantes asesinados.

Simplemente vivimos en la oscuridad de ese mar que nos sumerge y contemplamos el sol ausente, de sueños lejanos, de amores pasados
caminamos en el agua de espuma y alcohol, nos bebemos el mar, con peces y algas, también tiburones de vino, hacemos una fiesta de borrachos.

Hay una mariposa entristecida, hay una mariposa bienvenida, cantamos con las ondas del mar, los delfines se espantan.

Esporádicamente en la arena aceitosa encuentro un viejo inconsciente,
me dicen mis sueños, me dicen mis miedos
¡acaba de volver la vida al mar¡


Y la mariposa muere.


Para mi profesor Krash y su tema.


Una hereje pintura


La espalda se iba ensanchando, mi pincel no encontró fronteras,

el óleo dictaminó el tono exacto de tu piel muerta;

dejo la cotidianidad a un lado para espantar las flores marchitas,

renazco en tu pecho insondable, quisiera traspasar tu piel

verdadera, estrechar mis senos en tu boca, en tus sueños.

No jugar al amor, sentirlo, desearlo, amarlo convincentemente.

Acariciar las membranas que saturan la confusión, dejando

volar los murciélagos de nuestra mente mediocre.

Crecer con el espacio, atender el llamado del más allá del bien y

del mal; buscar caminos estrechos de paredes pegajosas

encontrar con la lengua, con la nariz, lo que quieras sentir.

Fumigar las asperezas entre lo "bello", lo "feo" amarnos como

herejes de sabionda estupidez.

Besar el culo también me gusta cuando los dioses liberan sus demonios.