Ayer conocí un poeta,
un poeta extraño,
que me vendió un libro en
menos de lo esperado.
Ayer conocí a un poeta
un poeta urbano,
y su vesanía contagiaba con recitar de su poemario.
Ayer conocí un poeta.
Y hoy en medio de mi resaca no logro acordarme de su mirada desorbitada,
ayer conocí a un poeta,
un poeta desquiciado,
compartimos vino,
escritos, pasiones y drogas.
Para vos Diego.
No hay comentarios:
Publicar un comentario